En en enlace del Faro de Vigo de hoy se puede constatar perfectamente esta realidad que desde hace tiempo algunos venimos advirtiendo para que cambie el paradigma mental socio económico al respecto y que nos ha valido tantas críticas de personas que sólo ven la verdad que les afecta negativamente como un ataque personal. Por ejemplo, en el conflicto que en pasados meses tuvieron en nuestra ciudad de Ourense con motivo de la desaparición de la UPO y que algunos maledicentes y difamadores nos atribuyeron un papel que nunca nos correspondió, más allá de tener opinión libre al respecto. Esto es, la consideración de que los asistentes mayoritarios a estos cursos eran jubilados con poder adquisitivo superior a la mayoría de asalariados, tal como hoy constata este informe publicado por Faro de Vigo, de ahí la reivindicación personal por la gratuidad de lo público sólo para quienes no tienen recursos mínimos, mediante bonos sociales y culturales, al tiempo que postulo la colaboración económica acorde a sus ingresos para todos aquellos cuyas pensiones se lo permiten. En este caso, 33€ por un Curso de meses es como decir casi gratuito. Pues esto, que parece de cajón, de mínima sensibilidad con los que menos tienen, amén de revalorizar virtudes como la solidaridad, parece que escoció a alguno que aún no se enteró del privilegio actual que supone ser jubilado con una pensión superior. Me dirán que para eso trabajaron toda su vida, y yo diré que claro, que qué afortunados por ello, pues ahora sus hijos o nietos o gente en edad de estar activo se las ve y desea para tener un trabajo, aunque sea pequeñito, actividad que además de suponer cierta libertad individual por contar con su ingreso correspondiente también supone un reconocimiento a la dignidad humana. Pero es que no se trata de quitarles nada sino de ser justos y ecuánimes con el resto de la población que no tiene nada. Por supuesto que el cambio de paradigma es obligado, que la mentalidad necesaria para sacar a este país y nuestra sociedad del hoyo en que estamos pasa por pensar en apoyar a los que están tratando de producir, trabajar y crear negocio para subsistir y procurar riqueza necesaria para, entre otras cosas, poder pagar estas pensiones. A ver si es posible que los Insersos, los descuentos en el tren, y demás prebendas para la tercera edad se extienden al resto de la población de forma que no se discrimine en estos beneficios a quien no es mayor. Todo esto lo digo desde mi condición de jubilado activo, o sea, con derecho a pensión, aunque la mía no sea la mayor por haber sido autónomo desde el año 1990, pero es que parece mentira que no se den cuenta algunos pensadores importantes de ello. Abajo dejo la noticia con el informe, por si gustan.
Los nuevos jubilados tienen mayor nómina que la mayoría de los asalariados gallegos – Faro de Vigo