Sinopsis
Pues sí, la verdad, cuando nos vemos en Madrid, es inevitable que Manolo Calderón y yo le demos un buen repaso a nuestros años setenta en la gran ciudad. Salen los compañeros de facultad a los que Manolo recuerda mucho mejor que yo, salen las muchachas que conocíamos cada día en Plástico, sale la nostalgia de un tiempo que vivíamos como una rampa de salida hacia un futuro halagüeño donde nada truncaba nuestras ganas de sentir a fondo. Con Manolo y en El Comercial, tan distinto a aquel donde hacíamos alguna tertulia sin música de fondo o escribíamos algún folio para la Facultad o simplemente leíamos el periódico o un libro, en el reconvertido El Comercial de hoy donde suena hortera y a la moda donde lo principal es facturar por voltio, volvimos sobre el Madrid de los setenta y Malasaña como una parte importante de aquel tiempo. Fue tan importante para nosotros como que Manolo se quedó en ella toda la vida, cogiendo piso en Tribunal y pinchando discos en la mítica Vía Láctea, amén de ser uno de los grandes veteranos que pueden contar lo que se manejaba por allí. Pincha que simultaneaba con su trabajo como periodista de Onda Madrid, donde hoy aún sigue. Precisamente, en Filmin, vi hoy el documental de Juanjo Castro, “Soñar, vivir, crear y otras historias de Malasaña”, donde Manolo tiene un protagonismo total. Os lo recomiendo a quienes vivisteis aquella movida madrileña, de la que fuimos pioneros ambos. La sinopsis del documental es la que sigue:
Durante las Fiestas del 2 de Mayo, las fiestas del madrileño barrio de Malasaña seguimos a tres personas: Blonde Poulain un rapero que acaba de sacar un disco sobre la gentrificación y los bares de viejos. Manolo Calderón, locutor, pinchadiscos y vecino del barrio. Y por último a Lope de Aixela una persona que se ha reconvertido y crea infinidad de activdades sociales como las Campanadas de Fin de Año. A través de ellos conoceremos personas que nos ayudaran a entender este barrio en la actualidad.