O tren que me leva pola beira do Miño/ Me leva e me leva polo meu camiño./ O tren vai andando pasiño a pasiño/ E vaime levando cara o meu destiño.…
De Andrés do Barro a hoy ha pasado la muerte por el autor, el Miño de Heráclito no es igual que ayer ni lo será mañana, han pasado muchos años desde que cogí novia hasta que soy abuelo, y siempre caminando despacito por la carretera porque el tren tardaba un huevo. De repente, y sin saber la prisa que se pone en el culo de los activistas, queremos que Vigo esté aquí al lado en el tiempo, como si no hubiera paisaje que ver, horas que detener para el pensamiento, ni ya un buen libro para leer aprovechando este asiento que no se deja mientras vamos de una lado a otro por los rieles del tren.
Ahora llegó la secretaria de Estado de Transportes… y clamó “no más dudas, por favor”, al parecer existe compromiso del Gobierno con el AVE directo a Madrid desde Vigo por Cerdedo. Claro está que al gobierno con lo mentirán que resultó no hay que creerlo demasiado pero ahí esta el Capitán América de Vigo, Caballero, adalid de luces para el mundo, vigilante y el avalista mejor para que desde arriba cumplan. Eso sí “la viabilidad está confirmada” porque el estudio hidrogeológico marca que, con la variante, se logra “el mejor trazado”.
Vamos a ver ahora si el AVE anunciado no lo van a boicotear plataformas nuevas que surgen como conciencias de nuestra sociedad, por unos minutos menos que los acerquen a los vigueses a la gran capital. Que prisa tienen, Dios. Tanta que si pudieran saltar por encima de Ourense seguro que lo harían, pues para eso nos acostumbraron a los ourensanos a coger el avión en Peinador como para que nos resultase más incómodo coger el AVE en Vigo. ¡Hay que fastidiarse! Y que haya ourensanos preocupados de este tema cuando aquí nos sobran reivindicaciones mucho más afectas, es como para irse a Vigo a vivir desertando de la cosa nuestra.