Si España tuviera la oposición que la razón merece, hace horas que las comunidades gobernadas por el Partido Popular habrían recomendado a sus ciudadanos que se quitaran la mascarilla en el exterior, a partir de hoy mismo. La ley les permite hacer esa recomendación. Y si al Gobierno le parece que no, que la recurra.
De este modo, la oposición pondría en evidencia a sanchez y una más de sus obscenas publicidades. El presidente del Gobierno ha anunciado que el día 26 caerán las mascarillas. O sea, que pasarán de la cara sufrida de los ciudadanos a la cara dura de los indultados, y más dura aún, la de sus cómplices. Ha anunciado el 26 sin atender a ningún criterio epidemiológico previo, sino solamente a su cálculo publicitario. La razón por la que los ciudadanos debemos soportar una semana más esta humillante prótesis, perfectamente inútil en el exterior, son las publicidades de sanchez.
Pues bien, que lo sepa el mundo: a partir de ahora mismo no voy a llevar mascarilla por la calle. No hace falta que incluya la salvedad del metro y medio de distancia y otras peculiaridades topográficas: reacciono peor a las aglomeraciones que a la Astra Zeneca.
Alguien tiene que hacer oposición en España.