A veces hay que ver cómo nos comportamos en situaciones como la del maratoniano escocés Callum Hawkins que se desplomó durante la última jornada de los Juegos de la Commonwealth en Australia bajo un sol plomizo y con 30 grados de temperatura. Hawkins, que lideraba la carrera con cerca de dos minutos respecto a sus perseguidores, sufrió una primera descompensación después de dos horas corriendo. Tras proseguir la marcha, el escocés recorrió varios metros tambaleándose, antes de caer de nuevo, a falta de dos kilómetros para meta.
Pues bien, los espectadores que se encontraban cerca comenzaron a tomar fotografías en lugar de ayudarlo. Pero la cosa aún quedó ahí, el corredor que venía detrás, el australiano Michael Shelley, con un espíritu impropio del deporte pasó de largo al visualizar a Callum Hawkins tendido en el suelo, llevándose la victoria. Hawkins, de 25 años, fue finalmente conducido al hospital. Su equipo afirmó después que su estado de salud no era preocupante.
“Estoy preocupado por el comportamiento de un pequeño grupo de espectadores que prefirieron sacar fotos”, lamentó el organizador Mark Peters, afirmando que esa acción va “en contra del espíritu de los Juegos”.