Si hay que “fastidiarse”, así entre comillas porque la cosa no es para tanto, pues uno va y abre elcercano el sábado por la tarde para alojar un encuentro de ajedrez de la provincia. Porque nos sale de la gana motivar otros juegos minoritarios que viven casi de espaldas a los demás. No tenemos televisión pero sí otras pantallas de cuadros blancos y negros donde unas piezas cobran vida en tu mente y el tablero. Sin duda, elcercano es una ruina pero una maravillosa ruina, que intenta responder al sentir del divulgador y gestor científico Jorge Wagensberg cuando le preguntan por el papel de los gestores culturales: “su papel es crear espacios y oportunidades de conversación. En el fondo son creadores de una especie de atmósferas renacentistas”. Solo nos queda la frustración que el empeño no valga para ello y todos detrás de la flauta del incompetente de turno que maneja el erario público. En fin, al menos tenemos la foto.