Mal fin de año para un año que lleva abonando este final. Final que en aunque sólo en Bruselas y Rusia han extremado precauciones anulando las celebraciones públicas y cerrando la Plaza Roja, ha traído el miedo a nuevos atentados y extendido por todas las capitales europeas y americanas, fundamentalmente: Roma, Berlín, Londres y Madrid aumentaron los efectivos y medidas de seguridad; Nueva York también. O sea, que la fiesta nace enferma por mucho que el mercado de la alegría se empeñe en hacernos brindar. Como alguien tiene que ser incorrecto para tratar de compensar a tanto idealista huero, vayamos declarando que no esperamos un buen 2016 dada la mentalidad imperante que sigue estando en el mismo meme que nos llevó a este estado de ¡miedo!