Ayer estuvimos allí, en el Banco de España o Sala Ángel Valente que nos cuesta una pasta de carallo a los ourensanos para gloria del político gobernante de turno. Estuve porque no le podemos fallar a Alexandro, un pintor caralludo que posiblemente sea uno de los mejores de Galicia, sin duda. Óleos que impactan la emoción hasta decir ¡coño, éste pinta! Y bien que pinta, para muestra un botón con estas gaviotas que no sé si el partido popular hará suyas desde el concello o diputación, o xunta o la madre de todas las políticas, porque no me extrañaría que alguna obra cayese del lado del bolsillo público. Y por Alexandro me alegro, un bohemio auténtico, que pinta porque es pintor y no ‘pintamonas’ como tantos otros. Estuvimos allí a pesar de los que sabíamos iban a estar allí también, y me refiero a esa gente de Ourense que los ves en todos los saraos pegados al alcalde de turno por si cae algo cerca. En fin, nos quedamos con la pintura de Alexandro que celebramos disfrutándola.