Grupos de personas con la cara cubierta han perpetrado ataques contra barcas y lanchas que transportan a refugiados desde Turquía hasta Grecia, en algunos casos inutilizando sus motores o incluso devolviendo estas barcas a aguas turcas. La denuncia parte de Human Rights Watch (HRW), quien ha hablado con varios testigos que confirman al menos ocho detenciones, las más recientes ocurridas este mismo mes. Fuentes diplomáticas aseguran a El Confidencial que Frontex, la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores, llegó a investigar estos ataques y envió la información recopilada a la Comisión Europea. La investigación, puntualizan las fuentes mencionadas, se ‘congeló’ en ese punto.
Las denuncias de Frontex vienen de lejos. En junio de 2013, la agencia envió una carta al entonces ministro griego de Defensa Civil, Nikolaos Dendias -quien llegó a calificar la llegada de migrantes como una “invasión que hunde al país”-, para denunciar los “continuos informes sobre casos e incidentes que indican que el problema persiste, particularmente en Lesbos y Samos”. En la misiva, a la que este diario ha tenido acceso, el entonces director ejecutivo de Frontex, Ilkka Laitinen, añade: “Por lo tanto, tengo que informarle de que he dado instrucciones a mi equipo para que inicien preparativos logísticos y operativos relacionados con mi posible decisión sobre el Artículo 3(1a) de la regulación de Frontex, lo que afectaría a la operación marítima conjunta Poseidón y al proyecto ATTICA en las islas”.
La fotografía que encabeza este artículo formaba parte de la denuncia emitida por Frontex y elevada hasta la Comisión Europea. Muestra a miembros de un cuerpo de fuerzas especiales de los guardacostas helenos, según las fuentes consultadas.