La Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción dieron este miércoles un nuevo golpe a la red de financiación ilegal de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC). A primera hora de la mañana y autorizados por el Juzgado de Instrucción número 1 de El Vendrell (Tarragona) registraron de forma coordinada una decena de domicilios, oficinas y la sede principal del partido de Artur Mas. Practicaron diez detenciones y desarticularon así la presunta red de financiación ilegal levantada por CDC a cambio de contratos públicos en Cataluña.
Según la tesis de los investigadores, el partido utilizaba a una veintena de empresarios de confianza para financiarse a cambio de mordidas. Son el “club” del 3%, un listado de nombres y empresas que apareció en un archivo concreto del ordenador de Andreu Viloca, el tesorero del partido, ahora detenido. Se trata de un selecto grupo VIP de empresarios que, a cambio de apoyo económico al partido, recibirían un trato de favor en las adjudicaciones públicas catalanas, según ha podido saber EL ESPAÑOL.
Desde el pasado 28 de agosto, fecha en la que registraron la Fundación CatDem, los investigadores trabajan cruzando los nombres del citado archivo con los correos electrónicos de Viloca, las citas de sus agendas personales, la información contenida en 25 bloques documentales y las fechas en las que los miembros del “club” recibieron distintos contratos públicos. El resultado es la ruta del dinero, un plano con nombres y apellidos que relaciona de forma preliminar cada pago con una adjudicación concreta. En el archivo figuran empresarios de Copisa, Soler, Rogasa, Tec4, Oprolet y Urbaser (ACS), ahora detenidos. Además, otros tantos serán citados a declarar como imputados por su presunta relación con pagos ilegales a CDC.
Una caja única
Para dificultar el control del Tribunal de Cuentas, el dinero entraba en Convergencia a modo de donaciones a su fundación. La ley impide a las empresas con contratos públicos financiar partidos políticos, pero permite la entrega de dinero a sus fundaciones. Guardia Civil y Fiscalía trabajan para probar que tanto CatDem como CDC funcionan con una caja única: una gran cuenta de ingresos y gastos donde iban a parar las donaciones de sus empresas de cabecera.
Tal y como reveló este diario, la información digital incautada en agosto contenía correos electrónicos de los tesoreros de CDC con varios empresarios. En ellos, los responsables de las finanzas del partido solicitaban a los destinatarios el cambio en la fecha del justificante que las compañías envían al Tribunal de Cuentas para justificar sus aportaciones a fundaciones y partidos. Así sería más complicado relacionar el pago con una adjudicación pública en caso de una investigación de este tipo.
La cuadratura del círculo
Los investigadores han analizado toda la documentación incautada a Viloca en su despacho y han encontrado datos sobre sus reuniones con los empresarios durante varios años. A pesar de que el actual tesorero del partido intentara ocultar y destruir información que relacionara a CDC con ‘mordidas’ y adjudicaciones amañadas no ha conseguido su objetivo.
Los documentos triturados la mañana del 28 de agosto, ante la advertencia de que la Guardia Civil iba a irrumpir en la sede del partido, Viloca procedió a la destrucción de una serie de contratos a empresarios ‘amigos’. Sin embargo, los agentes del Instituto Armado han sido capaces durante este tiempo de reconstruir los papeles, lo que les ha puesto más, si aún cabe, sobre la pista de lo que ha estado ocurriendo durante varios años en la calle Córcega. Para recomponer el puzzle, los expertos forenses de la Guardia Civil utilizaron un sistema capaz de analizar la composición del papel.
Viloca pasará esta noche en las dependencias de la Guardia Civil, donde podrá dormir para mañana someterse a un interrogatorio ante los agentes, según fuentes de la investigación. Después, será enviado ante el juez para prestar declaración. La previsión es que la Fiscalía solicite como medida cautelar el ingreso en prisión por haber destruido pruebas, que en todo caso tendría que que acordar el titular del Juzgado.
Mas, en manos de su tesorero
El tesorero de CDC tiene ahora en sus manos apuntar hacia arriba en la trama corrupta, asumir toda la responsabilidad o, en todo caso, negar la mayor. Durante el interrogatorio se verá en la tesitura de decir si sus reuniones con los empresarios las mantuvo por orden de un cargo superior del partido y si el presidente del partido era conocedor de esta dinámica.
Viloca tiene la posibilidad de acogerse a su derecho a no declarar y evitar responder a las preguntas de juez y fiscales, práctica habitual sobre todo cuando el asunto está bajo secreto de sumario. Otro de los movimientos que está en el aire es si, una vez constatados los datos incriminatorios sobre la financiación ilegal del partido, la plana mayor de Convergencia va a defender al tesorero o le va a dejar caer.