encuesta para EL PAIS
El PP fue el partido más votado en la Comunidad Valenciana en las elecciones generales de 2011 (53,3%) y en las autonómicas del 24 de mayo (26,25%), pero Ciudadanos le arrebatará esa supremacía el 20 de diciembre, según una encuesta realizada por Metroscopia para EL PAÍS con motivo del 9 de Octubre, día de la Comunidad Valenciana. El partido de Albert Rivera obtendría el 25,4% de los votos y entre nueve y diez diputados de los 33 que eligen los valencianos. Otros ocho o nueve saldrían de las listas socialistas al lograr el 23,3% de los sufragios.
En las pasadas elecciones generales el PP obtuvo su mejor resultado histórico en la Comunidad Valenciana. Ahora, los populares cosecharían su peor saldo con el 21,6 % de los votos que, en escaños, supondría caer de los 20 logrados en 2011 a los ocho que le da en sondeo de Metroscopia. El partido de Mariano Rajoy, lastrado en Valencia por un interminable listado de casos de corrupción, no solo perdería el primer puesto, sino que quedaría en tercera posición, a casi cuatro puntos de la formación de Albert Rivera y a cerca de dos puntos de distancia del PSOE.
Pese a que los socialistas se mantendrían como segunda fuerza en el conjunto de la Comunidad, la encuesta refleja un desgaste respecto a las generales de 2011: 3,4 puntos y entre uno y dos diputados menos que hace cuatro años, lo que hace obvia la fragilidad del bipartidismo con la irrupción de los partidos emergentes. Es precisamente Podemos la que se sitúa como cuarta fuerza en la Comunidad Valenciana, donde obtendría el 15,6% de los votos y la representación de cinco diputados. Este resultado ratifica la tendencia que han otorgado los sondeos de los últimos meses, que alejan al partido de Pablo Iglesias del pódium y la pérdida de seguidores como alternativa al bipartidismo, desplazado por Ciudadanos.
Otros dos partidos lograrían representación valenciana en el Congreso: Compromís (uno) y Esquerra Unida (uno). Compromís mejoraría su resultado sobre las anteriores elecciones generales. Y Esquerra Unida logra mantenerse y apenas perdería nueve décimas, lo que le permitiría mantener su escaño por Valencia.
El trasvase de votos hasta Ciudadanos, según el análisis de Metroscopia, se produce entre quienes en 2011 optaron por UPyD o por el PP, fundamentalmente. El 42% de los votantes del partido de Rosa Díez votaría ahora a Ciudadanos. Paradójicamente, prácticamente no cambiarán de candidato ya que hace cuatro años apoyaron a Toni Cantó y el 20 de diciembre lo harán igualmente, ya que será el número dos de la lista de Ciudadanos por Valencia. El PP pierde el 26% de sus votos en favor de Rivera, mientras que entre los socialistas se desviaría el 11%.
Pero Ciudadanos no solo araña votos de los demás partidos, sino que, según el sondeo, también sería la opción elegida por los nuevos votantes y por quienes se abstuvieron en las anteriores generales. De hecho, la previsión de participación se sitúa en el entorno del 80%, casi cinco puntos por encima de la lograda en 2011.
La encuesta, realizada entre el 5 y el 7 de octubre con cerca de 1.300 entrevistas efectuadas en las tres provincias, pregunta por los líderes nacionales y por la gestión del Gobierno de Rajoy. Los resultados de ambas cuestiones afianzan el dato sobre la estimación de voto y la primacía de Ciudadanos. Albert Rivera es, entre todos los previsibles candidatos a la presidencia del Gobierno de España, el que logra un mejor saldo entre los valencianos: 35 puntos positivos. Además, es el único que logra un resultado positivo entre los potenciales votantes del resto de formaciones políticas (en especial del PP y del PSOE).
La buena valoración a Rivera se contrapone a la crítica mayoritaria a la gestión del presidente del Gobierno. Siete de cada diez valencianos consideran que el Gobierno de Rajoy perjudica, en general, a la Comunidad Valenciana y un 72% desaprueba su labor política. En cualquier caso, Metroscopia advierte del momento en el que se realizó la encuesta, tras el éxito de Ciudadanas en las elecciones catalanas, y del hecho de que todavía se desconocen la mayoría de las candidaturas y los cabezas de lista que concurrirán finalmente a las elecciones generales.