No, no es la difunta Silvia Kristel la que protagoniza la noticia, por razones obvias como es no estar viva, además de por no haber sido azafata ni también puta (esto último me lo imagino, porque la desconfianza con las cosas del sexo y dinero cada día alcanzan grados más altos, pero como hago con el resto de las mujeres el no prostituirse lo presumo), pero viene al pelo la escena de Enmanuel para contar como una azafata de una aerolínea de Oriente Medio cuyo nombre no ha trascendido fue despedida por practicar sexo con pasajeros por un precio de 1.500 libras (2.000 euros), según publica el tabloide británico “Daily Mail”.
La muy puta, porque hay que serlo a conciencia cuando tienes ya un trabajo asegurado (y que conste que no tengo nada contra las putas en sí, allá cada cual con su cuerpo, en todo caso me repugna pensar en los tíos o tías que pagan por tener sexo, sobre todo algunos), según el diario sensacionalista que cita al periódico árabe “Sada”, además es gran puta pues dicen ganó alrededor de 650.000 libras (877.000 euros) durante dos años a cambio de mantener sexo con los pasajeros en el baño de los aviones. NO extraña que también digan las mismas fuentes que la azafata “prefería los vuelos de larga distancia entre el Golfo y los Estados Unidos”, pues no en vano el golfo tiende más a este tipo de negocio y el tiempo libre dentro de un avión, si estás salido es propicio para que te pida la profesional esta pasta y te dejes llevar.
Tras ser descubierta, la mujer fue despedida de su puesto de trabajo y “deportada”, según el “Daily Mail”. Lo de despedida no nos preocupa, pues ya tiene la vida arreglada si sabe administrar bien los ahorros conseguidos en dos años; más me preocupa lo de deportada pues tratándose de Oriente Medio con los musulmanes hemos topado y según cual también la hemos cagado.
El diario británico ya se hizo eco a principios de año de un caso de prostitución entre azafatas de aerolíneas de Japón que publicó el diario nipón “Shukan Post”. Según ese medio, muchas asistentes de vuelo japonesas se acuestan con pilotos, para incrementar sus salarios, por unas 225 libras (300 euros).