Ya tienes, estimado presidente del PP y de la Diputación de Ourense, otro récord en ese Guinness particular que te has inventado para presumir de ser el primero. Ahora, además de serlo en reivindicar elecciones directas, en elaborar códigos éticos y en redactar 77 medidas de gobierno, también lo eres en romper al gobierno municipal de Ourense (¡el más importante que el PP tiene en Galicia!), al forzar la marcha de Paco González, funcionario de la Diputación y, a la vez, teniente alcalde, portavoz y responsable de Cultura de la capital. Cuando leí en La Voz su dimisión, visualicé el regreso de los boinas y los urbanitas y recordé el ímpetu con el que tu progenitor y antecesor, José Luis Baltar, arremetía contra Cabezas cuando este era también el único alcalde importante del PP en Galicia. Cuando llegaste parecía que traerías normalidad a un partido y una entidad tras 20 años convulsos. Todo fue un espejismo. Salió el auténtico gen Baltar, ese que te lleva a aborrecer de aquellos que tienen criterio propio, son competentes y no se resignan a ser palmeros de tus veleidades. Echas a Paco González y a José Luis Suárez, regidor de Monterrei, alegando incompatibilidad entre sus respectivos trabajos en la Diputación y sus responsabilidades políticas, en base a un código ético que presumes haber redactado de tu puño y letra. Dices que es legal que ambos compatibilicen trabajo profesional y político pero que no es ético, según tu código ético. Y lo dices tú, el hombre que heredó de su padre la Diputación y el partido en una maniobra legal pero cuestionable (para ser suave en el término) desde el punto de vista ético y estético. Un concepto que utilizas (como Groucho Marx sus principios), según te convenga. ¿No te parece ética y estéticamente inaceptable que el concejal de Urbanismo de Ourense, que cobra de la Diputación más de 65.000 euros (aparte de los plenos y comisiones del Concello), quede al margen de tu algodón ético? ¿No te parece ética y estéticamente inaceptable que antes de que los ediles del PP votasen a sus representantes en la Diputación tú dedo ya los hubiese nombrado? ¿No te parece ética y estéticamente inaceptable que tus primeras subvenciones fuesen a los Concellos de A Bola y Cortegada en los que habías fichado a los alcaldes respectivos de BNG y PSOE? ¿No te parece ética y estéticamente inaceptable mantener al alcalde de Rairiz de Veiga inhabilitado por la justicia?
¿Cuántos credos éticos tienes? Generaste las crisis de Ourense y Monterrei por puro revanchismo personal. En Ourense porque no le perdonas a Paco González, al que marginaste desde el primer día, que se haya ido al Concello con Jesús Vázquez en contra de tu voluntad. Y en Monterrei porque al regidor le quieres hacer pagar que haya sido su testimonio el que determinó que a tu padre y antecesor le pusiese la Justicia la indigna vitola de inhabilitado por la contratación a dedo de 104 amigos. Lo tuyo es pura venganza contra dos trabajadores y afiliados del PP. Esperaste la ocasión, tras las elecciones y la conformación de los gobiernos, para hacer mayor daño al partido que presides. Esta última circunstancia te inhabilitaría profesionalmente en una empresa privada o en una provincia que no estuviera resignada, como Ourense, al suicidio cotidiano que vive desde que la saga Baltar tomó el mando. Dicho sea todo esto sin más interés que darte una opinión y expresarte mi anhelo de que vuelvas a aquel camino de tus inicios y que dejes las ocurrencias para someterlas a los respectivos congresos de tu partido. Allí es dónde se proponen, y deciden, los cambios que después se ejecutan en los respectivos gobiernos. Ir por libre, como empiezas a hacer tú, ya tiene un nombre acuñado en Ourense, y no es otro que baltarallada.
Olvidaba felicitarte. No por las defenestraciones y sí por militar en un partido, con un jefe tan permisivo como Feijoo. Gracias a él, puedes hacer, como otrora tu padre con Fraga, lo que te viene en gana. ¡Fíjate! Si el Concello lo dirigiera un líder con agallas, antes de que Paco González hubiese dimitido, te tendría que haber dicho, previa consulta a Feijoo, algo así como: «Si fuerzas la marcha de mi mano derecha y portavoz de mi gobierno y de nuestro partido, hazte cargo de la alcaldía. Tendrás a dos por el precio de uno». Como ni el uno ni el otro tuvieron esos redaños, has logrado consumar, por capricho, la mayor afrenta que se le puede hacer a una persona honesta y honrada que se compromete con su pueblo para representarlo sin abandonar su trabajo. De ser un modelo a seguir (Paco González no iba a la política para dejar de trabajar como muchos de los que apacientas en el PP) intentas convertirlo en un villano con la aquiescencia de Feijoo que intuyo teme que, según hiciste con Fraga, te encierres en un piso con tus adláteres y pongas en jaque a la Xunta como has puesto ahora al gobierno de Ourense mostrándote como un auténtico crac de la osadía.