Miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra han ido recogiendo desde anoche en el aeropuerto de El Prat y en los hoteles cercanos, muestras de ADN de los familiares de las víctimas para facilitar la posterior identificación de los cuerpos. Finalmente 47 familias españolas pusieron en conocimiento de las autoridades judiciales que un allegado suyo viajaba en el avión de Germanwings que el martes se estrelló en los Alpes franceses, aunque el Ejecutivo afirma que dos nuevas víctimas han sido identificadas como españolas.

Durante el día de ayer la vicepresidenta del Gobierno comunicó que, en principio, había “45 personas con apellidos españoles”, aunque insisitió que era la aerolínea alemana la que disponía del listado completo de pasajeros. “No podemos hacer público el elenco hasta hacer todas las comprobaciones”, afirmaba Sáenz de Santamaría, justo antes de comunicar un luto oficial que ha comenzado este miércoles y se prolongará durante tres días.

El secretario de Estado de Seguridad ha asegurado que no se puede saber cuándo terminará la identificación de las víctimas españolas. “Tomar muestras no es algo sencillo pero la coordinación de todo el equipo es máxima. Las dificultades de cada caso se las pueden imaginar”, ha apuntado a la espera de que la ficha de cada una de las víctimas esté disponible lo antes posible.

La incógnita de los pilotos

La ministra de Ecología francesa, Ségolène Royal, ha confirmado que se perdió el contacto con los pilotos veinte minutos antes de que el avión colisionara contra el macizo de los Trois Evêches. Según las informaciones del Ejecutivo galo, la torre de control pudo hablar por última vez con la cabina a las 10.30 hora local, en un momento en que el avión se encontraba a 11.400 metros de altitud. Los controladores indicaron a los pilotos que mantuvieran ese nivel de vuelo y que se pusieran en contacto con la torre posteriormente, y recibieron la confirmación desde la cabina.

Un minuto después, no obstante, el avión comenzó a descender sin autorización, y los pilotos no respondieron a ninguna de las tres llamadas que hicieron los controladores. Diez minutos después de la última comunicación, el avión, a 2.000 metros de altitud, desapareció de los radares, y nueve minutos después helicópteros del pelotón de alta montaña y un avión de suministro despegaron en su busca.

La caja negra, “dañada” pero “será analizada”

El análisis de la primera caja negra hallada es clave para poder esclarecer las causas del trágico accidente aéreo sucedido ayer en los Alpes franceses. Ha sido el primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, quien ha confirmado que a pesar de estar “deteriorada”, se encuentra en París desde esta misma mañana y “será posible analizarla”. De hecho, varios técnicos expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) gala la intentan examinar desde hace horas. De ella se podrían desprender las conversaciones entre los dos pilotos a bordo del avión de la aerolínea alemana. Algo fundamental para poder resolver una de las principales incógnitas.

Desde primera hora de este miércoles negro las tareas de rescate se han reanudado con dos objetivos fundamentales. Primero, encontrar la segunda caja negra, que contiene los datos del vuelo. Segundo, hallar e identificar los cadáveres de las 150 personas que viajaban en el Airbus A320, 144 pasajeros y 6 miembros de la tripulación en total. Una tarea “muy complicada”, según explican autoridades francesas sobre el terreno, por las “durísimas condiciones meteorológicas” y el terreno completamente escarpado, que impedirán trasladar los restos de las víctimas a la localidad de Seyne les Alpes hasta el día de mañana. Además, el proceso de identificación en sí va a ser muy complicado porque “los restos podrían ser muy pequeños”.

El Ejecutivo francés ha movilizado a unos 600 efectivos hasta la zona, casi intransitable, de los Alpes. Miembros de la Germandería, del Ejército, equipo médico, bomberos, Policía científica y el equipo diplomático trabajan intensamente junto a los profesionales trasladados desde España y Alemania. El ministro del Interior galo ha insistido en que todavía “no se descarta ninguna hipótesis”, aunque ha reconocido que una “acción terrorista” no es en absoluto la “prioritaria”. En la misma línea se ha expresado el jefe de la erolínea alemana, que ha descartado casi por completo la posibilidad de que “terceros hubieran causado el accidente”.

A las 15.30 está previsto que el presidente francés, François Hollande, el español, Mariano Rajoy, y la canciller Angela Merkel lleguen a esta localidad donde darán una rueda de prensa conjunta.