Ni dimitió, ni dio un paso atrás en su intención de repetir como candidata para las generales, pero lo que todavía escuece más entre los suyos es que a pesar de haber sacado tan solo un 1,9% de los votos en Andalucía, rechaza de plano acercarse a Ciudadanos lo que parece estar reclamando muchos de los militantes del partido.
Rosa Díez reconoció que los resultados de UPyD en las elecciones andaluzas del domingo fueron “malos sin paliativos”, pero no asumió nada más, ninguna autocrítica. Muchos de su alrededor temen que no sea sino antesala de lo que les espera en las próximas municipales, por eso algunos abandonan el barco, tales como los diputados en el Congreso Irene Lozano y Álvaro Anchuelo, y David Andina y Rodrigo Tena. Y de la misma opinión, al parecer, es el también diputado nacional y candidato a la Generalitat Valenciana, Toni Cantó, partidario de que Díez dé un paso atrás. Ayer mismo, calificó de “decepcionante” la rueda de prensa de Díez.
Una situación similar se da en el Parlamento Europeo, donde de cuatro parlamentarios dos consideran que Díez debería marcharse. Y desde Asturias, su portavoz y diputado autonómico, Ignacio Prendes, exigió un “cambio de rumbo” para “no caer en la irrelevancia”. Prendes dejó hace unos meses el Consejo de Dirección precisamente por sus discrepancias con Díez.