Nos referiremos al último informe de la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que para empezar nos dice que España es el noveno país del mundo que más defrauda. La OCDE dice que estamos tras Estonia, Turquía, Polonia, Grecia, Eslovenia, Hungría, Italia y Portugal, mientras que los más honestos con el fisco serían EEUU, Suiza y Austria, con un alto nivel de impuestos. Casi nada la posición, que ya podía ser en otro tipo de medición más positiva, pero esto es lo que hay si bien los datos son relativos ya que no existe un método oficial para medir la economía sumergida, que oscila entre en el 18% y el 24,6% del PIB según a la fuente que acudas.

La recesión ha impulsado el fraude en España. De acuerdo con los técnicos de Hacienda, la economía sumergida ha crecido 6,8 puntos desde que todo estalló en 2008, a razón de casi 15.000 millones de euros anuales. Bajo el punto de vista de Jordi Sardá, de la Universidad Rovira i Virgili e investigador de Gestha, resulta difícil explicar que en un país como el nuestro, con el número de parados que tiene, no ocurra absolutamente nada. En otros sitios ardería lo que no está escrito”. Lo que quizás no sepa Jordi es que ¡España es diferente! que diría la campaña franquista de propaganda nacional.

En gran parte esto se explica porque los colectivos más vulnerables están en la economía sumergida al no encontrar otra cosa o porque con el sueldo que tienen no les llega para vivir y no pueden perder las ayudas”. Complicado problema éste del dinero negro que podría lavar mucha actividad ilegal pero consentida.

Pero vamos a lo nuestro y si España es diferente, Ourense lo es más, ¿o no, amigo Baltar?. Aquí los datos en porcentajes son los siguientes: en el período 2000-20003 alcanzaba el 20,60%, en 2004-2007 llegó al 23,10, sigue el ascenso en el 2008-2011 que llega al 24,30%. El último dato, y seguimos subiendo, es del 2012 y alcanzamos el 26,50. ¿Cómo no ver así el futuro negro, muy negro?