Bueno, la verdad es que las aguas no están como parecen, en calma, no están para que nadie se dedique a remar tranquilamente a favor de la corriente. Más bien, las aguas de la realidad están bravas y revueltas, desde el vértice de la pirámide global hasta la base de cada pueblo. La amenaza terrorista a occidente es tremenda y la guerra contra el terrorista va in crescendo según se sienta aquella; pero sin ir tan lejos, lo de aquí, lo que estamos viviendo en Ourense resulta otra amenaza para el futuro, pues mucho más paulatina, silenciosa y menos violenta, la despoblación también resulta tremenda, debido en gran parte a la forma ya clásica de gobernar de nuestros dirigentes. Y es normal que la gente se vaya de esta tierra, me refiero, claro, a la gente más joven, con más fuerza y talento, la de más arrojo para buscarse la vida entre normas menos caciques y mentalidades menos serviles que la nuestra, con tal de no aguantar la falta de oportunidades que sufre en casa. Aquí todo gira en torno a auténticos jefecillos sin grandeza moral ni espíritu humano realmente solidario que manejan los hilos, unos visibles y otros invisibles para quienes no los conocen, de la economía ourensana. Siempre tratando de hacer difícil la independencia económica del emprendedor pese a que vendan continuamente su propósito a favor; ahí está la trampa, precisamente, pues engañan vilmente diciendo lo contrario de lo que no hacen. Hace falta nadar contra corriente para tratar de alcanzar otra orilla donde la vida pueda desarrollarse mejor y ser más digna. Claro está que hay que descabalgar a la mayoría de los personajillos que cosen la trama día a día para que nada se cuele y ponga en peligro su manera de gobernar. Tarea difícil pero no imposible, y si no ahí está el Podéis del carajo, que con su iluminación de bombilla agotada antes de encenderse, sin embargo crece y crece.
- Sección: Noticias, Varios
- Publicado el 15 enero 2015
- Por Moncho
Aguas en calma?
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