Están los tiempos como para ir preparando nuevas cárceles con más comodidades por la clase de los inquilinos que se esperan. Bien podría hacerse si devolvieran solo parte de lo que estafaron tantos que van caminiito de ella por asuntos financieros, o sea, asuntos del dinero que afanaron durante estos años al mundo entero, o, al menos, a nuestra patria de ni pajolera idea. Sí, estaríamos de acuerdo con estos acondicionamientos de cárceles si devolvieran la pasta porque darían como para resolver la crisis económica casi entera. No se sabe bien si sumadas las cantidades de la corrupción bastarían para pagar el billón de deuda que crece y crece como la nariz de los gobernantes que dicen que salimos de ella, de la crisis. En fin, de momento nos conformamos con la imaginación de quien pensó en esta remodelación, porque nos ha sacado una carcajada pensando en ellos, en los otros, en los meritocráticos de habitar esta nueva estancia.