¿Qué hace talentosa a una persona? ¿Se nace con talento? ¿Cómo son los exitosos…? Estas preguntas salen a la luz cada vez que se habla de talento y también del éxito. Y existe mucho mito alrededor del talento y de las personas exitosas. El mayor, y que peores consecuencias puede tener, es el que afirma que el talento es algo con lo que se nace. Hijo de éste, un segundo mito es el que afirma que los que tienen talento son los que triunfan.
Malcolm Gladwell en su libro “Outliers” aporta una visión novedosa y profunda del talento y del éxito. Con una eficaz presentación de estadísticas, historias y descubrimientos científicos llega a conclusiones relevantes y reveladoras. El argumento general del libro es que lo que es de gran peso para conseguir el éxito nada tiene que ver con lo que la naturaleza nos da. Y señala los factores que influyen a la hora de tener éxito (no en su concepción económica, sino en maestría).
1.- Contexto: lugar y época de nacimiento. Las oportunidades no son las mismas en todas partes. (cultura, educación, cosmovisión, relaciones)
2.- La regla de las 10.000 horas de práctica: son las necesarias para alcanzar la maestría. En cualquier área de desempeño.
3.-Inteligencia práctica: estar preparado para resolver con eficacia los problemas del mundo. El Coeficiente Intelectual no es un número mágico.
El éxito es en pocas palabras el hijo de la oportunidad, del acceso y del trabajo duro, muy duro. La diferencia de educar, trabajar y vivir en una sociedad que acepta los dos primeros mitos y una que lo hace conforme a estos tres últimos factores es INMENSA. Como lo son las consecuencias para las personas.
Si se crece en un ambiente que promueve y vigoriza el estudio, el aprendizaje y el esfuerzo como caminos para triunfar, se crece en una cultura de “poder” y libertad de elección. Yo puedo, y soy haciendo lo que elijo hacer. Me creo a mi mismo en cada paso. Si por el contrario se parte de que todo nos viene dado, para bien o para mal. Talento, se tiene o no se tiene. Sólo queda la impotencia y la resignación, que lleva al inmovilismo y al retraso.
Para reflexionar: ¿Qué prima en nuestra cultura, el mito o la verdad? ¿En cuál de los dos se basa la educación de nuestros jóvenes? ¿Qué consecuencias observamos? ¿Qué podemos hacer de distinta manera? ¿Cuándo empezamos? “Aprendí de Flaubert que el talento es una disciplina tenaz y larga paciencia”