SEMANA XVII
LUNES El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia, de ingénita malicia y natural astucia, formó la inteligencia y acaparó la tierra. ¡Y aun la verdad proclama! ¡Supremo ardid de guerra! (Antonio Machado) Extraño deambular de ministros sonámbulos y zombis por esas cadenas de televisión y de radio a todas horas explicando principios éticos inamovibles como cimientos de las casas de Los Tres cerditos. No saben hacer otra cosa, los echan