Una apuesta. Otra visita
La política nos tiene atrapados como un juego. Aunque es real. Un juego de poder. Su seguimiento resulta ya un vicio. Que si ahora gana uno, que si estalla un escándalo y gana otro. Que te adelanto por la derecha, ahora por la izquierda, que si soy de aquí, soy de allá, la madre del cordero es estar viviendo de este cuento, o este juego. Los que no somos agentes activos asistimos expectantes a los