El periodismo pide papas
Esto de la Agenda 2030, que bien podría montarse otra 2050, 2060, 2100, etc., porque hay que ver cómo planifican algunas cosas a años cuando el mundo gira más deprisa cada día, y hoy sí pero al día siguiente no, sin pestañear siquiera. Si se preocuparan de una agenda ética, tan necesaria en política como en la vida cotidiana, que resulta intemporal, cuánto mejor nos iría, y cuánto nos ahorraríamos en mucha tontería. Pues bien,