Espejo de agua
Camina despacio, arrastrando un poco el pie derecho. Por el camino que lleva a la fuente, al llegar la tarde, va. Son casi trescientos metros desde la casa, trescientos metros de tierra pisada, de piedras incrustadas y de alguna rama. De vez en cuando, algún malvavisco se cuela entre los helechos y cada vez que sopla el viento, un diente de león se desprende liviano como un suspiro. Camina despacio. Apenas se detiene. Sabe que